Nuestro cometido de mujeres y hombres, adultos, jóvenes y niños de Acción Católica es ir a la viña del Señor, es decir al mundo, para hacer una presencia publica y profética, con una fe sólida, madurando en el compromiso, optando por los pobres y tomando posiciones en este mundo, porque pertenecemos a el, y somos parte del mismo, sin perder ni sacrificar nada de nuestro coeficiente humano, sino manifestando una dimensión trascendente en la vida.
El seglar de Acción Católica es un sujeto activo con unas acciones que se definen y descansan en su vocación de seglar y con unas competencias especificas dentro de la Iglesia
Nuestra responsabilidad evangelizadora, que como laicos el Señor nos confía y la Iglesia nos pide, no podemos cumplirlas si nos replegamos en los templos o ejercitamos el individualismo, hay que usar de las mediaciones, estar organizados y cuidando la formación.
Para ello tenemos nuestras notas de identidad como herramientas:
Eclesialidad: Su razón de ser: la evangelización
Su tarea: la santificación del laico en medio del mundo
Su compromiso: conformar el mundo según el proyecto
de Cristo.
Secularidad: Su experiencia en los distintos ambientes sociales.
Examen de la realidad de los mismos.
Presencia en el mundo como testigos.
Participación en los planes Pastorales.
Unidad: Para que se manifieste la comunión de la Iglesia.
Corresponsabilidad: Con dialogo y trabajo con los pastores de la Iglesia.
Todo ello hace de la Acción Católica un Ministerio Pastoral para hacer presente a Cristo en medio del mundo, su cometido.
Para cumplimiento de estos fines Acción Católica General de Sevilla se ha estructurado del siguiente modo: