Bienvenidos a éste nuevo curso 15-16.
Siento que estamos en un momento semejante al de nuestro empezar por la mañana de cualquier día, cuando te levantas, y abres la ventana, y te saluda una vez más la vida con un sol resplandeciente; cuando sientes que debes dar gracias a Dios y comenzar las tareas con una alegría especial.
De esa manera está nuestra Acción Católica General de Sevilla.
Porque nuestra tarea ahora es empezar a andar por el camino que nuestros Obispos nos tienen preparado y que para nosotros no es otro que seguir sirviendo a la Iglesia. Por lo tanto, cogeremos nuestra mochila llena de entusiasmo y oraciones, y nos pondremos a caminar junto a ellos.
Tenemos que tener en cuenta que nos podremos encontrar con tramos difíciles, y puede que con cansancio, pero siempre debemos sentir tranquilidad, porque sabemos que no podemos desfallecer, porque tenemos el alimento de la Eucaristía que no nos falta, y el apoyo de nuestra Madre María que viene con nosotros a caminar; por todo esto, si no podemos llegar hasta la meta, que para la ACG siempre está más allá, si llegaremos al menos a ver resultados magníficos que nos harán vislumbrar lo que tanto soñamos: que niños, jóvenes y adultos tengan el conocimiento de Jesús y que llenen sus vidas con sus enseñanzas de mano de la Acción Católica.
Nuestro agradecimiento más profundo, por ello, a nuestro Sr. Arzobispo y a su Obispo auxiliar. El camino se lo debemos ellos, y sin el cual posiblemente desviaríamos nuestros esfuerzos.
Gracias también, muy especiales, al primer Consiliario que ha tenido la ACG de Sevilla, Don Francisco Javier Brazo Delgado. A Don Javier nuestro consiliario por siempre en el corazón” le quiero agradecer su alegría, su empuje, sus enseñanzas, su cariño, su testimonio sacerdotal, y su amistad. La Comisión Diocesana y muy particularmente yo, su presidenta, no hubiéramos llegado a este momento ilusionante para la Acción Católica General Diocesana sin su ayuda y sin su guía. Pedimos al Padre que le colme de bendiciones, y a la Virgen de los Reyes (a la que mira todos los días al celebrar la Eucaristía) que le acompañe y le proteja siempre. D.Javier sabe que le necesitamos y sabemos que podemos contar con su ayuda y oraciones.
Don Francisco Durán Fontán es nuestro nuevo Consiliario, a quien recibimos con los brazos abiertos; ya forma parte de esta gran familia que es nuestra Asociación y damos gracias a Dios porque se verá enriquecida con su presencia y trabajo. ¡Bienvenido¡
Un cariñoso abrazo a todos.
Concha Picón.